Mannish Boy

Escucho blues y me adentro en las entrañas, en las telarañas siniestras de la madrugada, ese especimen inerte que espera paciente por sus víctimas, que como yo, cuando estamos ahí, no sabemos ni cómo llegamos. Y me dejo llevar por lo espeso de sus horas, desconociendo el tiempo, tocando las humedas paredes que en mis dedos se sienten desesperantes. Esperando el aroma del fulgor, que las estrellas se borren una por una y de nuevo esperar el tiempo para caer en los brazos de la noche, suntuosa, altiva, que atrae como la planta a la mosca , que me arrulla y me embriaga a placer. Lo demás espera, algún día caerá sobre mí como un alud.

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